Este artículo que publico a continuación es parte de mi master en Pedagogía en la Universidad de Linköping. Si quieres bajarlo en pdf pincha en género, sexo y la construcción de la identidad.
Introducción
El siguiente artículo forma parte de las entregas en la realización del Máster en Trabajo Pedagógico en la Universidad de Linköping en Suecia. Se trata de un comentario sobre un estudio realizado por Shutts, K.; Kenward, B.; Falk, H.; Ivegran, A. och Fawcett, C. (2017) para una revista de psicología experimental infantil sobre los efectos de la pedagogía de género en una escuela de educación infantil en Suecia y la comparación con un artículo sobre la significatividad de los materiales y la construcción de la identidad, escrito por Karin Hultman. Los dos textos muestran posiciones muy distintas en cuanto a la discusión sobre género, sexo y la construcción de la identida y puede ser interesante la comparación.
Voy a empezar con un breve resumen de cada texto, a continuación haré la comparación de las perspectivas y finalizaré con un juicio propio de cada uno de éstos.
Los efectos de la pedagogía de género en Suecia
Shutts et al. (2017) hacen un estudio psicológico basado en otro anterior realizado en los EE UU en el que se mantenía que las adultas tienen una gran influencia sobre las niñas en el momento en que marcan diferencias sociales en base al sexo o género. Una de las conclusiones del estudio fue que las niñas comprenden este tipo de diferencias como significativas cuando las ven en sus adultas de referencia y las reproducen en su día a día. El estudio realizado en los EE UU se realizó a corto plazo de manera que algunas de las profesoras participantes cambiaron el trato con las niñas durante un periodo de tiempo. Shutts et al. (2017) han querido por el contrario investigar los resultados de la exposición a la pedagogía de género a largo plazo.
Shutts et al. (2017) compara cuatro escuelas infantiles que se encuentran en el mismo barrio. Una de las escuelas trabaja de forma activa con la pedagogía de género, mientras que las otras tienen un perfil más tradicional. El objetivo del estudio es investigar si la exposición a la pedagogía de género de forma continuada puede afectar a las opiniones o los pareceres de las niñas, sus sentimientos o ideas sobre el género. El estudio se realiza mediante entrevistas estructuradas y la recolección de datos es cuantitativa. Las entrevistas constan de cuatro partes, con las que querían testar la codificación automática del género, las preferencias sociales de compañeras de juego con niñas conocidas y desconocidas y el grado en el que las niñas asocian cierto material con un género específico.
El resultado principal del estudio mostró que las niñas en la escuela que trabaja activamente con la pedagogía de género estaban más dispuestas a jugar con compañeras de juego desconocidas y de un género distinto al suyo, así como que sus concepciones culturales sobre las personas no estaban tan estereotipadas como la de las niñas que iban a la escuela de perfil tradicional.
El resultado confirma lo que se mantenía en el estudio realizado anteriormente en EEUU: cuando las adultas atenúan las diferencias en base al género o al sexo, las niñas no lo conciben como algo relevante cuando tratan las unas con las otras. El estudio también concluye que un trabajo activo para contrarrestar los estereotipos de género y sexo genera que las niñas sean menos conscientes sobre éstos.
La significatividad de los materiales y la construcción de la identidad
Karin Hultman escribe sobre un estudio cualitativo que se realizó con biografías colectivas. El objetivo del estudio era subrayar la relevancia del material, de todo lo que está alrededor nuestro, las habitaciones, los lugares, el tiempo para concebirlos como significativos y más poderosos de lo que se suele creer. El estudio está anclado en una perspectiva posthumanista, lo que quiere decir que reflexiona sobre la relación entre la persona y el material (Hultman, 2011). A través de biografías colectivas Hultman describe situaciones significativas para las participantes que se analizan a través de una perspectiva teórica que da un gran peso a la combinación entre la persona y el material.
El resultado del estudio plantea que la planificación de los espacios y del tiempo puede ser muy significativa y tener una gran influencia en las posibilidades de formar parte de diferentes contextos dentro del grupo de niñas (Hultman, 2011). El estudio también mantiene que los los espacios y los lugares pueden incluir o excluir a las niñas. Hultman subraya en su estudio que los espacios de la escuela infantil pueden permitir o limitar acontecimientos o relaciones. El espacio pedagógico y el horario pedagógico puede crear ciertas condiciones que marcan la forma com el juego, las relaciones, o la construcción de la identidad sexual. Esto quiere decir que los lugares y espacios, y no solo las personas, son en parte responsables en las relaciones de integración o exclusión (Hultman, 2011).
Discusión
Shutts et al. (2017) y Hultman tienen posiciones de partida contrarias cuando tratan temas de sexo, género y construcción de género. El primer estudio pone el foco en las relaciones interpersonales. Las investigadoras muestran a las participantes fotos de niñas sonrientes con ropa neutral (blanca o gris) y con pelo largo para las niñas y pelo corto para los niños. Las participantes eligen compañera de juego, codifican sexualmente o asocian juguetes con niñas o niños de manera más o menos estereotipada, y de esta forma se pretende concluir la visión del género por parte de las participantes.
Las investigadoras no tienen en cuenta la identidad sexual de las participantes, se trata de un estudio de dentro para fuera. Shutts et al. (2017) tienen com objetivo estudiar las concepciones de género y sexo de las participantes y de esa manera concluir si la pedagogía de género es efectiva, pero en el estudio no se habla de la identidad sexual de las propias participantes. Sin embargo, se preocupan de cómo las participantes ven al resto de personas en función del género o sexo.
El estudio de Hultman pone el foco en los materiales y su significatividad cuando construimos relaciones con otras personas. El estudio mantiene que las cosas materiales pueden contribuir a la integración o a la exclusión y que este hecho puede influir en cómo construimos nuestra subjetividad cuando interactuamos con las demás. La perspectiva de Reggio Emilia sobre el aprendizaje apoya la posición de Hultman. Dentro de las teorías de Reggio Emilia, las profesoras diseñan un ambiente pedagógico como un organismo que tiene como objetivo el intercambio de información con las personas que interactúan en él. Las profesoras de Reggio Emilia ven un paralelismo entre las relaciones interpersonales (basadas en discursos) y las relaciones entre las personas y el material (también basadas en discursos). La perspectiva de Reggio Emilia defiende que los materiales y los objetos siempre han hablado a las personas y que conversan a partir de intercambiar información en un sofisticado idioma sensorial (Branzi et al. 2009).
Hultman mantiene que la investigación de género y la investigación pedagógica a menudo se interesan por cómo las personas tratan las unas con las otras y por cómo estos encuentros contribuyen a la construcción y la deconstrucción de la propia identidad. Hultman cuestiona esa perspectiva socioconstruccionista y subraya el peso de la subjetividad contextual y situacional con lo que concluye que el individuo no está separado de su entorno, sino que está en constante relación con el mismo.
Hultman argumenta que las concepciones culturales y las relaciones sociales se consideran como fuerzas activas con un peso decisivo en la construcción de la realidad de manera que el material, el tiempo y los espacios adquieren un rol pasivo y a menudo se ignora.
Conclusión
Yo considero que la perspectiva de Hultman es mucho más acertada en la construcción de la identidad. A pesar de que su estudio no es tan ámplio, considero que sus conclusiones ofrecen una perspectiva más amplia de cómo las personas construyen su identidad, como integran o excluyen a las demás, así como del papel del espacio en la inclusión o exclusión de las demás.
Considero que el estudio de Shutts et al. (2017) es incompleto por distintas razones. Por una parte, usan constantemente la palabra género, que se refiere a una construcción social cuando a menudo se refieren al sexo. Con esto quiero decir que testan si las participantes codifican correctamente a las personas de las imágenes sin preguntar a las participantes su identidad sexual. Las investigadoras dan por hecho que el género de las participantes es correlativo con su sexo. Por otra parte, codificar correctamente quiere decir usar el pronombre femenino para las niñas y el masculino para los niños, y cada vez que las participantes codifican erróneamente su participación deja de contar para el estudio. Si una participante, cuando es preguntada por qué compañera de juego elegiría, usa el pronombre masculino para designar a una niña, automáticamente se considera su participación irrelevante, ya que las investigadoras suponen que la participante no sabe si la compañera de juego de la foto es una niña o un niño. Sería interesante saber si esas niñas piensan que si saber si la persona de la foto es niño o niña es una pregunta relevante.
Es interesante que Shutts et al. (2017) concluya que la pedagogía de género tiene influencia en cómo las niñas comprenden el género y que sus resultados muestran que las niñas que asisten a la escuela que trabaja activamente con pedagogía de género tienen menos estereotipos culturales cuando eligen compañera de juego. Personalmente creo que el estudio de Shutts et al. (2017) es superficial y no investiga en profundidad ya que un estudio cuantitativo no parece el mejor método para comprender algo tan complejo como las interacciones sociales.
Considero que un estudio realizado con un diseño combinado podría dar una visión más ámplia del trabajo con pedagogía de género y de cómo las niñas construyen y deconstruyen su identidad. El estudio podría contar con entrevistas a niñas y observaciones del juego libre con la recogida de datos de forma cuantitativa y cualitativa, lo que contribuiría a la realización de un estudio exhaustivo para construir una base de conocimiento más ámplia (Eriksson et al. 2011). Personalmente creo que la conclusión del estudio de Shutts et al. (2017) se confirmaría e incluso le daría más profundidad con la ayuda de la perspectiva pedagógica que lidera las escuelas infantiles hoy en día.
Bibliografía
- Branzi, A., Rinaldi, C., Vecchi, V., Petrillo, A., Bruner, J., Icaro, P., . . . Veca, A. (2009). Niños, espacios, relaciones: metaproyecto de ambiente para la infancia. Buenos Aires: Reggio Children.
- Eriksson Barajas, K., Forsberg, C., & Wengström, Y. (2011). Systematiska litteraturstudier i utbildningsvetenskap. Väglednings vid examensarbeten och vetenskapliga artiklar. Stockholm: Natur & Kultur.
- Hultman, K. (2011). Materialitet och subjektskapande. En H. Taguchi, L. Bodén, & K. Ohrlander, En Rosa Pedagogik – Jämställdhetspedagogiska utmaningar (págs. 160-170). Stockholm: Liber.
- Shutts, K., Kenward, B., Falk, H., Ivegran, A., & Fawcett, C. (2017). Early preschool enviroments and gender: Effects of gender pedagogy in Sweden. Journal och Experimental Child Psychology, 1-17.